La exuberante flota de autos bañados en oro de un príncipe saudí
Turki bin Abdullah, heredero de la familia real, es dueño de una colección de lujo que exhibe sin pudor por el mundo y las redes sociales. Sus increíbles vehículos
Turki bin Abdullah es joven, billonario y ostentoso. El resultado de la combustión de estos factores se vislumbra en sus publicaciones de la red social Instagram, donde presume de sus autos de lujo enchapados en oro. De sus caprichos de niño rico se distingue la devoción por coleccionar vehículos premium y personalizarlos con un extravagante baño en oro. Encarna la expresión de un estilo de vida donde priman la abundancia y la exuberancia.
Las imágenes son evidentes. Su condición de príncipe de la realeza saudí y las generosidades económicas de los petrodólares le permiten desplegar toda la obscenidad de su opulencia por un puñado de likes y por los países que visita. Londres fue el último escenario donde se paseó a bordo de cuatro autos dorados: un Lamborghini Aventador, un Mercedes Benz G63 AMG 6x6, un Bentley Flying Spur y un Rolls-Royce Phantom.
Se adelantó a la "época de supercars", un evento bianual en el que la capital británica recibe a jóvenes ostentosos con deseos de exhibir su riqueza vertida en autos. Cuando el calor se hace carne en Qatar, los Emiratos y Arabia Saudita, los más pretenciosos herederos de Medio Oriente invaden el barrio élite de Knightsbridge (donde el precio medio de una casa cuesta cerca de USD 7,3 millones) para lucir sus hypercars.
Seguinos